Estos últimos años está creciendo la afición por los “youngtimers”. Dicho así, uno puede no saber bien a qué nos referimos. Sin embargo, es algo tan común como los clásicos recientes o, incluso, preclásicos. Es decir, modelos que estén rondando los treinta años. En este sentido, uno de los segmentos que cobra más fuerza es el de las berlinas deportivas. Al fin y al cabo, desde el Renault Safrane Biturbo hasta los BMW M5 la década de los 90 fue parte de la edad dorada para estos vehículos. Una época en la que se insertan los Mercedes Brabus.
Al contrario de las preparaciones M en BMW o el propio Safrane Biturbo, los Brabus no pertenecen a la gama oficial del fabricante. Lejos de ello, su ámbito deltuning. Llegados a este punto es posible que hayas alzado una ceja porque, para qué engañarnos, se trata de un término estigmatizado a golpe de horterismo y aparcamientos suburbiales. Algo que, para bien o para mal, nació en la Alemania de 1977 con empresas como Koenig Specials o la propia Brabus. Un preparador tan unido a la casa de Stuttgart que casi deberíamos decir Mercedes Benz Brabus.
Porque, aunque su caso no sea el de AMG -comprada por la propia Mercedes-, Brabus trabaja en exclusiva sobre modelos Mercedes. Algo a lo que, recientemente, se han sumado sus preparaciones para vehículos de Smart y Maybach. Una panoplia de intervenciones en la que destacan sus trabajos con el Mercedes E500 W124. Una ya de por sí potente berlina deportiva a la que Brabus añadió algunos elementos para extraer más rendimiento. Un seductor ejemplo de los tan al alza “youngtimers” del cual se acaba de vender esta unidad en los Estados Unidos.
MERCEDES BRABUS. TUNING CONTENIDO, MAS BIEN PREPARACION
Sabemos que el tuning es polémico, pero aún así creemos oportuno darle una oportunidad, sobre todo cuando deriva en preparación. Y es que, pensemos: ¿no es más cierto y verdad que muchas corrientes estéticas -calificadas de horteras en su momento- han terminado haciéndose un hueco respetable en los estantes de la cultura popular? Sin ir más lejos ahí tenemos el ejemplo de los Hot Rod norteamericanos. Tirando de este hilo encontramos a Brabus como uno de los preparadores de tuning más contenidos. Muy lejano a los excesos que reventaron la paciencia de Ferrari al ver cómo dejaba Koenig sus 512BB.
Y es que el E500 se desarrolló mano a mano entre Mercedes y Porsche. Fabricado entre 1990 y 1995, se basó en el chasis de la popular berlina W124, reforzado y adaptado por Porsche para asumir la fuerza del V8 de 5 litros procedente del SL(R129). Una interesante creación pensada para rodar ligero por autobahn, como así lo demuestra el montar transmisión automática de cuatro velocidades. Precisamente la definición de berlina deportiva, sublimada en este Mercedes Brabus.
MERCEDES E500 W124 BRABUS. CILINDRADA AUMENTADA
A muchas de estas berlinas deportivas también se las agrupa dentro de la categoría “sleeper”. Coches aparentemente amables y familiares pero que en realidad esconden rabiosas motorizaciones. Para los profanos pasan desapercibidos, pero un ojo entrenado los pilla a la primera. En el caso de este Mercedes Brabus la pista más concluyente es la altura rebajada gracias a las suspensiones reducidas. Un aspecto más agresivo al que también aporta el escape de alto rendimiento y las llantas de tres radios y 18 pulgadas.
En el interior los asientos Recaro otorgan una mayor sujeción, la cual se agradece ya que la potencia de este Mercedes Benz Brabus W124 E500 aumenta a un caballaje no declarado -el de fábrica se fija en 320 CV- gracias al litro extra dado a su cilindrada. Mientras el V8 M119 salía de fábrica con cinco litros, el preparador logró aumentarlo hasta los seis. Sin duda la modificación más importante en esta escasa versión de Brabus, ya que del W124 E500 se fabricaron poco más de 10.000 unidades.
Algo que hace de ella un vehículo muy disputado, resaltando la oferta de cualquier unidad. Algo que acaba de ocurrir el pasado 22 de septiembre en los Estados Unidos, donde se ha vendido el que ves en Bring a Trailer por un precio de 65.000 dólares (55.463 euros). Un buen remate para esta unidad en excelente estado de conservación, la cual viajó desde Alemania a Japón en 1991 para permanecer allí hasta su exportación a los Estados Unidos el 2016. Un ejemplo perfecto de lo que se entendía por berlina poderosa en los noventa.
Fuente: Miguel Sánchez de escuderia.com
