La nueva berlina intermedia de Mercedes-Benz, el W124, se presentó en 1984 en versiones 200, 200E, 230E, 260E, 300E, 200D, 250D y 300D. Las primeras 5 de gasolina y las 3 siguientes diesel. Los motores del 200 y 230E provenían del W123 se trataba de motores de 4 cilindros, con 1.997 y 2.299 cm3 de cilindrada y potencia de 109 y 136CV respectivamente. La versión 200E era específica para el mercado italiano, contaba con un motor de 4 cilindros en línea, 1.997 cm3 de cilindrada y 123 CV. Los 260E y 300E, con 2.599 y 2.996 cm3 de cilindrada eran motores de 6 cilindros en línea y sus potencias eran de 160 y 190 CV. Salvo el 200 que era un motor carburado, el resto de motores contaba con sistema de inyección. En cuanto a los diesel el 200D era un 4 cilindros de 1.988 cm3 y 72 CV, el 250D un cinco cilindros, 2.497 cm3 litros y 90 CV y el 300D un 6 cilindros, 2.996 cm3 y 109 CV.
El diseño de este automóvil estuvo a cargo de Bruno Sacco, Joseph Gallitzendörfer y Peter Pfeiffer. La aerodinámica era muy avanzada, con un magnífico coeficiente aerodinámico para la época, lo que redundaba en un menor consumo. La combinación de materiales ligeros y chapa de acero de alta resistencia y un excelente diseño estructural, le dotaban de una seguridad de referencia en el segmento. Un detalle innovador fue el uso de un único brazo limpiaparabrisas, estratégicamente colocado, barría el 86% de la superficie del parabrisas delantero siendo la mayor area de barrido en la época.
En el Salón de Frankfurt de 1985, celebrado en septiembre, se presentó la versión familiar, con frenos y suspensión oportunamente adaptados para soportar mayor carga. La suspensión se dotó de un sistema hidroneumático y el depósito de combustible estaba colocado de forma que se deslizaba hacia abajo en caso de colisión. También en este año se presentaron las versiónes coupé y descapotable.
También en este año, 1985, se introdujo la tracción integral 4MATIC, disponible para los modelos de 6 cilindros. Estas versiones 4MATIC contaban con ASD (diferencial con bloqueo automático) y ASR. Se trataba de un complejo, avanzado y caro sistema de tracción total.
En 1986 se incorpora el catalizador de serie para toda la gama, lo que lograba reducir las emisiones contaminantes. Una opción poco común en los coches de los años 80.
En 1987 se incorpora a la gama la versión 300D Turbo, que como su denominación indica no era otra cosa que un 300D al que se le incorporaba un sistema de turbocompresor. Desarrollaba una potencia de 147 CV.
En septiembre de 1988 se amplía el equipamiento de todos los modelos con el sistema antibloqueo de frenos ABS, retrovisor derecho calefactable y calentadores para los depósitos del sistema de lavaparabrisas.
En 1988 aparece la versión 250D Turbo, aplicando al 250D el sistema de sobrealimentación del 300D Turbo la potencia se incrementaba hasta los 123 CV.
En 1989 se revisan los motores diesel con nuevos sistemas para reducir la emisión de partículas contaminantes, logrando una reducción del 40%. Además los motores diesel atmosféricos incorporaron un sistema de alimentación revisado con el que la potencia quedaba en 75 CV para el 200D, 94 CV para el 250D y 113 CV para el 300D. En opción se ofrecía un convertidor catalítico de oxidación desarrollado específicamente para motores diesel, en combinación con un sistema de recirculación de gases de escape.
Fuente: tiempodeclasicos.over-blog.es